Koh Chang, las islas de Trat. Tailandia
El autobús desde la estación de Ekkamai de Bangkok debería de haber salido hacia Koh Chang a las 23:30h y ya eran más de las 24h.
Acostumbrados a la vida y al ritmo tailandés intentamos relajarnos charlando en lo que, más que un autobús parecía una camioneta con olores un poco confusos y diversos, nada agradables (y es que teníamos el váter al lado, desde luego no elegimos bien el sitio) intentando acomodarnos a esos asientos de hierro para intentar conciliar el sueño una vez que arrancase si es que arrancaba algún día ese autobús, y es que nuestra intención era viajar toda la noche para llegar al puerto de Trat por la mañana y poder aprovechar el día completo.
Lo que se suponía que iba a ser un viaje de unas 5 o 6 horas resulto ser tan solo de 4, y es que los autobuses nocturnos van directos y mucho más rápido ya que no hay tráfico por la noche.
Por lo tanto antes de las 5 am nos encontrábamos en Trat, desde la misma estación de autobuses al decir Koh chang nos montaron en un songtaeu que nos llevaría hasta el Puerto, otra hora aproximadamente de viaje parando a descansar en un bar en la carretera.
Sobre las 6 am cogimos el primer ferry para llegar a Koh Chang en las islas de Trat unos 20-30 minutos después. Nuestro destino era Kai Bae Beach, muy cerquita de la zona de backpackers Lonely beach.
Koh Chang
Nada más llegar al Puerto de Koh Chang encontramos más songtaeus que enseguida nos llevarían hasta el hotel, Koh Chang es una isla muy grande por lo que fue la mejor opción sin duda, por unos 200 baths nos dejaron en la puerta del hotel de Kai Bae.
Al final nos plantamos en la playa a eso de las 8 am por lo que el viaje nocturno sale bastante bien si lo que se quiere es ahorrar tiempo.
Kai Bae beach nos sorprendió al instante, no teníamos grandes expectativas puestas en esta isla pero al ver la playa de arena blanca con las palmeras, el agua cristalina, las montañas al horizonte y elefantes paseando por la arena enseguida nos sentimos cautivados.
La playa de Kai Bae fué nuestro punto de partida en Koh Chang. Un sitio tranquilo donde poder gozar del descanso de sol y playa que nos merecíamos.
Desde nuestro hotel, Kai Bae Beach , que se encuentra en la misma playa y que ofrece unas magníficas vistas al mar, andando a pocos pasos se encuentra una de las calles principales del pueblo donde se pueden alquilar motos por unos 200 bath al día, sin duda la mejor forma de explorar esta isla, ya que no solo ofrece playas sino también actividades en la selva, rutas de trekking y cascadas.
Pero antes, un momento, vamos a hablar de un tema conflictivo
Los elefantes de Tailandia. Nosotros reconocemos que la primera vez que visitamos estas islas, nos sentimos embaucados por ver estos majestuosos animales paseando por la playa. Se veían felices, paseando con sus cuidadores por la orilla, disfrutando del agua, jugando con sus trompas y chapoteando.
En ningún momento vimos crueldad ni maltrato, solo animales domesticados disfrutando del mar. No vimos recreación, ni vimos turistas haciendo cola pagando por bañarse con los elefantes. Solo vimos a cuidadores dando un paseo con los elefantes y nos acercamos a curiosear.
Esto nada tiene que ver con otras experiencias con elefantes en Tailandia. En otros sitios como Ayutthaya por ejemplo, hemos visto y sentido el maltrato, hemos visto a los elefantes sufrir. Un autentico circo para turistas, vergonzoso y asqueroso.
En Koh Chang, los criadores nos dejaron jugar con los elefantes tan solo unos minutos, después nos dijeron amablemente que les dejáramos por que no querían que se agobiaran. Por lo que en un principio, piensas que se preocupan por el bienestar de los elefantes.
Si bien es cierto que los elefantes han sido domesticados de alguna manera por los tailandeses desde hace siglos, al igual que en España con los caballos o en Egipto con los camellos. A día de hoy se sabe que la forma de domesticación es cruel y devastadora, aunque era algo que aprendimos más tarde.
¿Conclusión? Nuestra experiencia fue muy bonita y única, no hubo interés económico, ni explotación de los elefantes por parte de estos criadores en concreto, sin embargo reconocemos que los elefantes deberían ser animales salvajes en libertad, que a día de hoy, no hay necesidad de domesticar estos animales y que como viajeros responsables deberíamos evitar todo tipo de actividades con elefantes, por muy inofensivas que parezcan.
Dicho esto, comenzamos nuestra ruta por las islas Trat.
Así que alquilamos nuestra moto y nos pusimos a explorar, desde Kai Bae beach se encuentra muy cerca Lonely beach que ofrece una buena variedad de restaurantes y bares por si se quiere tener un poco de ocio nocturno, también hay estudios de yoga a precios muy buenos y tenderetes por las tardes, por si se quiere comprar algún recuerdo, pulseritas o ropas un poco hippies.
Nosotros descubrimos una pequeña cafetería difícil de encontrar pero donde realmente merece la pena una parada para desayunar, o para el café de media mañana, Aire beach café, su dueña Natalie, medio thai medio americana, ofrece los famosos desayunos hawaianos a pie de playa en un ambiente relajado un poquito hipster, además también da clases de yoga al aire libre, ¡nos encantó! Aquí dejo su página para más info.
Después de un súper desayuno y de explorar los alrededores nos relajamos en la playa de Kai bae, simplemente maravillosa… por la tarde fuimos a hacer una de las rutas de trekking más cercanas para bañarnos en la cascada de Khlong Phlu.
Para nosotros que llevamos unos añitos viviendo en una gran urbe contaminada y ruidosa como Bangkok, pasear por la selva entre árboles y llegar a una cascada tan bonita fue algo espectacular, el agua esta fresquita y también es de agradecer ya que en las playas de Tailandia el agua siempre está bastante caliente, con un buen chapuzón y con adentrarse dentro de la cascada uno sale rejuvenecido de ahí!
En los días que siguieron, que pasaron bien rápido a nuestro pesar, disfrutamos de los magníficos atardeceres en Kai Bae Beach, de las aguas cristalinas y el sol ardiente (no te olvides de llevar una ¡buena protección solar!) y como no, de las moon parties ó fiestas de la luna en Lonely beach.
También realizamos algunos transfers a islas cercanas, tales como Koh Wai y Koh Kham, los transfers son caros (hasta unos 1200 bath por persona) pero bien merecidos, ya que te encuentras prácticamente solo en estas islas y Koh kham es una isla que ha estado cerrada al público hasta hace solo unos meses, por lo que se mantiene medio virgen (digo medio por que ya estaban empezando a construir un hotel de lujo en ella).
Koh Wai impacta con sus aguas súper verdes nada más acercarse en barco, y Koh Kham es lo más parecido a las maldivas quizá que hayamos visto en Tailandia, pero como una imagen vale más que mil palabras ahí va eso 😉
El snorkel no es espectacular en ninguna de estas islas, ya que la mayor parte del coral, desgraciadamente en gran parte de Tailandia, se encuentra muerto, pero aun así merece la pena bucear y explorar un poco los alrededores de las islas, o simplemente nadar y relajarse en la arena.
Los transfers desde Koh Chang incluyen ida y vuelta desde tu hotel y te permiten llegar a las islas temprano y también dejarlas temprano, sobre las 15h te vienen a recoger para llevarte de vuelta.
No incluyen comidas ni bebidas y estas islas no ofrecen gran cosa por lo que está bien llevarse una mochila con algunas frutas, bebidas y sándwiches desde Kai Bae Beach o tu punto de partida en Koh chang. (Estos transfer se ofrecen en las calles principales de los pueblos de Koh Chang, normalmente los hoteles cobran más)
En nuestro cuarto día dejamos Koh Chang para trasladarnos a Koh Kood, nuestro transfer nos dejó directamente en el Captain Hook Resort, por que solo exploramos esta zona de la isla, que también es bastante grande pero aún mas selvática y salvaje que Koh Chang.
Tuvimos mala suerte y nos llovió un poco, hasta diríamos que por la noche pasamos frío, pero aun así este lugar nos fascino, por lo bello y lo salvaje y también solitario, un auténtico retiro espiritual y escapada romántica perfecta para aquellos que valoran la naturaleza.
Nuestra habitación disponía de unas vistas esplendidas a una playa cercana tan solo accesible por mar, con una terraza impresionante y un Jacuzzi mirando al mar.
Los dos días que pasamos en este magnífico lugar fueron de relajación absoluta, cogimos un kayak y exploramos las playas cercanas, completamente salvajes y cuyos únicos habitantes eran los cocoteros de las palmeras que desfilaban cual modelos en la playa.
Desde luego este es un lugar para amantes de la naturaleza, por las noches lo que nosotros encontramos divertido para algunos quizá no lo sea tanto, un desfile de lagartos del tamaño de un brazo paseaban alegremente por los techos de la terraza e insectos voladores y luciérnagas servían de bufete para estos lagartos, por lo tanto hay que tener en mente que se está en un lugar salvaje e idílico en plena naturaleza.
El hotel ofrecía menús y bufete de desayuno y ya que estábamos aislados en un paraje natural no había ni tiendas ni supermercados de ningún tipo, por lo que no había más opción que comer lo que nos ofrecía, que no era para tirar cohetes pero al menos un poco variado si te gusta la comida thai.
En nuestro último día en koh kood cogimos un transfer directo hasta el Puerto de Trat, sin necesidad de pasar por Koh Chang de Nuevo, y de ahí un autobús hasta Bangkok de nuevo, pero esta vez viajamos por el día y el trayecto se hizo interminable, ya que por el tráfico y porque el autobús va parando por varios pueblos en el camino, lo que a la ida fueron tan solo 4 horas mal dormidas a la vuelta fueron más de 7 horas a ritmo bananero.
En definitiva lo que concluimos con este viaje es que se trata de unas islas muy poco transitadas, muy poco popularizadas y muy poco valoradas, ya que todo europeo sueña con viajar a Phuket, Samui o la famosa isla donde se rodó la playa de Di Caprio, sitios súper explotados que resultan muy a menudo decepcionantes sin darse cuenta de que en Tailandia existen muchas otras islas que se pasan por alto y que resultan ser el idílico y perfecto lugar que uno anda buscando en realidad.
Si quieres saber cuales son las mejores playas de Tailandia, te lo contamos en el siguiente enlace.
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